El Grupo Municipal Regionalista en el Ayuntamiento de Santander preguntará en el Pleno de este mes en qué punto se encuentran los trabajos de rehabilitación de la Casa Rosales, ubicada en la Finca Mataleña, aprobados “por unanimidad” como consecuencia de una moción impulsada por el PRC durante la pasada legislatura.

El portavoz municipal, Felipe Piña, ha recordado que en dicha propuesta se instaba al equipo de Gobierno a proceder a la recuperación y puesta en valor del edificio y la finca colindante para “evitar que la desidia y dejadez del equipo de Gobierno hiciese caer otro elemento del patrimonio arquitectónico y paisajístico de la ciudad”.

Así, ha subrayado que este es un nuevo incumplimiento del equipo de Gobierno, “que ya no cumple ni las propuestas que apoya”, y ha urgido a actuar para “no tener que lamentar la pérdida de otro espacio emblemático de Santander”, como ya sucedió con el Teatro Pereda o el Cabildo, entre otros.

En este sentido, Piña ha indicado que el Consistorio es el “propietario y, por tanto, máximo responsable” del mantenimiento y recuperación de este edificio “que es historia de la ciudad”.

Además, la rehabilitación de este inmueble “transformaría toda la zona y su entorno, aumentando su enorme valor natural y paisajístico y permitiendo recuperar una parte de la memoria de la ciudad”.

Por otra parte, Felipe Piña ha señalado que la iniciativa regionalista proponía convocar un concurso de ideas para dar un uso cultural al edificio, vinculado al patrimonio natural y paisajístico de la zona, “sin que hayamos sido conocedores de algún tipo de avance”.

Por todo ello, los regionalistas preguntarán en el próximo Pleno qué acciones se han llevado a cabo para su rehabilitación durante todo este tiempo y cuándo se realizará el concurso de ideas para decidir su uso.

Sobre la Finca Rosales – Mataleña

Ubicada en la actual avenida del Faro, número 22, la finca Mataleña es un ejemplo evidente de deterioro del patrimonio material de la ciudad de Santander.  Este imponente edificio fue una casa de gran empaque construida por Valentín Ramón Lavín Casalís, arquitecto y urbanista que dejó una importante impronta en la ciudad con obras tan emblemáticas como el edificio de Bomberos Voluntarios, la propuesta de ampliación de la ciudad hacia El Sardinero o la Quinta los Pinares o Casa Santos…

Su construcción data de 1933, cuando el director de la Compañía General de Tabacos de Filipinas presentó ante el Ayuntamiento de Santander una solicitud para construir una casa de campo u hotel para su familia. Más tarde, la propia historia hizo que, entre otras cosas, fuera incautada por el Consejo Interprovincial de Santander, Palencia y Burgos, para instalar allí el Gobierno Vasco tras la caída de Bilbao.

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