La bahía de Santander es un espacio de enorme riqueza natural, histórica y cultural, donde el mar ha sido siempre el gran protagonista de la vida cotidiana y la identidad de la ciudad. Una bahía surcada desde hace milenios de una a otra orilla por embarcaciones tradicionales, siendo éste el origen de las actuales pedreñeras. El origen más moderno de las pedreñeras podemos encontrarlo en la popularísima línea
de embarcaciones conocida como “Las Corconeras”, puesta en servicio en 1841 y que unía la ciudad de Santander con los pueblos de la bahía. Fruto de este servicio se estableció el «Corconera N.º 1» que unió nuestra bahía hasta que un temporal lo destrozó. A destacar que el «Corconera N.º 5» fue el primer vapor de hierro que se construyó en los astilleros santanderinos de San Martín, de don Eduardo López-Dóriga,
en 1880. En noviembre de 1886 fue sustituido por el «Corconera N.º 6» llamado primero «Hércules» por López-Dóriga, era un barco grande para su clase, pues tenía 119 toneladas y era del tipo remolcador de ruedas, por lo que, además de para hacer excursiones marítimas con pasajeros, también fue usado para tareas de remolque.

En 1901 entraban en escena los «Los diez hermanos», nombre que aglutinaba la empresa familiar de los hijos del fundador, Manuel Bedia Castanedo, que, ya en 1918 (hace más de 100 años), establecían el servicio regular, entre Santander y los lugares del Sur de nuestra bahía, Pedreña y Somo, con frecuencia diaria, en modernas lanchas, que completaban sus singladuras cotidianas, con los viajes a las playas de El Puntal, en el centro de la bahía hasta nuestros días.

Podemos ver como el transporte de pasajeros en la bahía ha sido consustancial a los medios usados y su tipología. Desde el siglo XIX, las pedreñeras han desempeñado un papel esencial en el transporte de viajeros entre Santander, Pedreña y Somo, conectando comunidades y facilitando el desarrollo económico y social de Santander y toda su bahía. Su silueta, perfectamente adaptada a las condiciones de la bahía y reconocible en cualquier situación, es parte inseparable del paisaje marítimo
santanderino.

Las pedreñeras no solo han sido testigos de la evolución urbana y portuaria de Santander y su bahía, sino también protagonistas de la memoria colectiva y de la cultura popular. Han formado parte de la vida diaria de generaciones de santanderinos y visitantes, y han estado presentes en celebraciones, regatas y actividades festivas. Además, su construcción y mantenimiento sostienen oficios tradicionales de
carpintería de ribera y saberes artesanales que hoy corren el riesgo de desaparecer.

En otras ciudades europeas, embarcaciones tradicionales como la góndola de Venecia o los moliceiros de la Ría de Aveiro han sido reconocidas y protegidas como símbolos identitarios, asegurando su transmisión a las generaciones futuras y garantizando una tipología y características definidas. En España, existen precedentes de protección de embarcaciones tradicionales como los llaüts en Baleares o las dornas en Galicia, incluidas en catálogos de bienes etnológicos y patrimoniales.

Sin embargo, las pedreñeras aún no cuentan con una figura de protección oficial en Santander, lo que pone en peligro la pervivencia de sus características tipológicas, de su carácter propio y de su singular silueta, símbolo a día de hoy de Santander y de los oficios vinculados a su construcción y uso siendo necesario un respaldo institucional que garantice su futuro.

Planteamos a este Pleno los regionalistas la solicitud de protección de las pedreñeras como elemento identitario y patrimonio vivo de Santander, de sus características, de sus colores, de su forma…. y que no solo contribuiría a preservar una parte fundamental de la historia local, de nuestro patrimonio marítimo, identitario, sino que también supondría una oportunidad para el desarrollo cultural, turístico y económico de la ciudad, siguiendo el ejemplo de otras urbes europeas que han sabido convertir su patrimonio marítimo en motor de riqueza y cohesión social.

PROPUESTA DE ACUERDO

  1. Reconocer oficialmente la tipología de la pedreñera como embarcación
    tradicional e identitaria de la ciudad de Santander.
  2. Promover líneas de ayuda junto con la Autoridad Portuaria para la restauración,
    mantenimiento y, en su caso, construcción de pedreñeras que respeten sus
    características tradicionales, así como fomentar la transmisión de los oficios
    vinculados a su construcción y uso.
  3. Fomentar la divulgación, puesta en valor y uso de las pedreñeras mediante
    actividades culturales, educativas y turísticas, así como su participación en eventos y
    actividades marítimas.